Hablar de inclusión educativa en una sociedad como la mexicana o latinoamericana es un reto pedagógico que vale la pena poner sobre la mesa, considerando la necesidad urgente de que este enfoque se implemente en las políticas públicas educativas actuales.
La necesidad de garantizar que todos los estudiantes, independientemente de sus capacidades o características, puedan acceder a una educación de calidad, es un derecho que necesita hacerse cumplir.
No podemos negar que existen avances en México respecto a este tema, pero, como lo mencionamos en nuestra nota “Política educativa en México: ¿Continuidad o ruptura?”, hay políticas que requieren tiempo para madurar y tengan éxito, y desafortunadamente, con cada cambio de administración, estas políticas suelen desecharse y cambiarse por nuevas, lo que significa empezar de nuevo.
Para abrir el debate sobre la importancia de la inclusión educativa, en este artículo compartiremos los fundamentos de la misma y que se podrán profundizar en un evento al que nos gustaría nos acompañarás.
Es un proceso que tiene el objetivo de integrar a todos los estudiantes en un sistema educativo en común, sin importar sus diferencias físicas, intelectuales, sociales o culturales.
Para cumplir este objetivo, el modelo debe ser por completo opuesto a la segregación o exclusión de los estudiantes con necesidades especiales o diferencias significativas, promoviendo una educación inclusiva que valora y respeta la diversidad.
Para que un modelo funcione debe seguir una serie de principios o fundamentos, que le permitan desarrollar sus actividades, monitorear su progreso, medir sus resultados, optimizar y cambiar lo necesario para que funcione a plenitud.
En el caso de la inclusión educativa, los fundamentos que la componen son:
El principio de equidad asegura que todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades de aprendizaje. Esto implica adaptar los recursos y estrategias pedagógicas a las necesidades individuales de cada alumno, garantizando que todos tengan acceso a una educación justa y equitativa.
Reconocer y celebrar la diversidad es esencial en la inclusión educativa. Cada estudiante es único, con sus propias fortalezas, desafíos y experiencias.
Se tiene que fomentar un ambiente de respeto y comprensión hacia las diferencias culturales, lingüísticas, y de capacidad, lo que contribuye a un entorno de aprendizaje más rico y completo.
Se necesita promover la participación activa de todos los estudiantes en todas las actividades escolares.
Esto significa que todos los alumnos deben tener la oportunidad de participar en clases regulares, actividades extracurriculares y eventos escolares, asegurando su integración total en la vida escolar.
Garantizar el acceso a una educación de calidad implica proporcionar el apoyo necesario para que cada estudiante pueda alcanzar su máximo potencial.
Si es necesario incluir tecnologías asistidas, ajustes curriculares o apoyos especializados, se tendrían que poder hacer, lo que permite al docente realizar una experiencia pedagógica inclusiva.
Si este material te intereso y quieres profundizar en el tema, te invitamos a participar en nuestro webinario “Habilidades para lograr la inclusión educativa”, que se llevará a cabo el próximo jueves 11 de julio a las 19:00h vía online.
El evento es completamente gratuito y para garantizar tu acceso, solo debes registrarte aquí. Al finalizar el webinario puedes obtener un certificado de participación.