La ansiedad se sufre en el cuerpo, los síntomas son palabras atrapadas en el cuerpo, taquicardia, sensación de asfixia, dificultad para respirar, sudoración, temblor en las manos, una necesidad incontrolable de mover las piernas y mareos son parte del conjunto de síntomas que acompañan este padecimiento.
Por otro lado, en el pensamiento se observan inquietudes constantes sobre el futuro, a manera de pensamientos caóticos que expresan el temor sobre a que algo malo pueda pasar.
El insomnio y la depresión también son parte de este padecimiento para muchos adolescentes, la pregunta constante sobre ¿qué pasará con su futuro?, el temor a perder una relación de pareja, a ser bloqueado en redes sociales o ser dejado en visto en WhatsApp, el miedo a no poder cumplir con las expectativas tanto de los padres como de la sociedad pesan hoy más que nunca.
Estas quejas presentan un común denominador: el temor al rechazo y el miedo a no ser queridos.
La terapia psicoanalítica de forma presencial o en línea son una gran herramienta de apoyo para la salud mental en la población infantil y adolescente. ¿Qué puede hacer un análisis por un adolescente?
En primera instancia el adolescente requiere de un espacio, donde pueda sentirse seguro, donde no va a ser juzgado, un espacio donde pueda hablar de todo aquello que considera prohibido, teniendo plena confianza sobre que aquello de lo que va a hablar no va a ser revelado.
Un espacio para poder hablar de todo lo que lo abruma, sobre su sexualidad, sobre su futuro, sobre sus temores, sobre sus frustraciones, sobre el amor, sobre los ideales paternos y sociales.
Gran parte de la población adolescente que sufre ansiedad, la padece por el deseo de ser perfectos, esto promueve una angustia de desempeño en el diario vivir, la necesidad de no fallar y el miedo al fracaso.
Los adolescentes viven la toma de decisiones de su vida al límite, no se permiten ser vulnerables, ser humanos y el único lugar en que se puede expresar aquel temor al derrumbe es en el colapso del cuerpo y es cuando este síntoma les permite pedir la ayuda psicológica que a gritos requieren.
Se les ha llamado despreciativamente la generación de cristal (centinellians) es importante comprender que cada época propicia un movimiento social distinto.
Esta generación es cada vez más consciente sobre el daño transgeneracional y la repetición de los traumas familiares, esta generación no se queda callada ante la injusticia y la violencia y expresa cada vez con mayor descontento cualquier tipo de exclusión.
Está haciendo lo necesario para generar el choque generacional tan sano y necesario que debe vivir todo adolescente al cuestionar a sus padres, para encontrar su propia voz.
Sin embargo, al perder la pertenencia a un lugar en este caso el núcleo familiar, es fundamental que el adolescente pueda encontrar una nueva tribu en donde habitar.
Las redes sociales son necesarias en la actualidad, ya que son el lugar donde se arma un lazo social, son el espacio en donde los adolescentes se enamoran, se pelean, se desahogan e interactúan de manera constante.
Pero por esta misma razón son el espacio en donde se desencadenan las mayores crisis emocionales, por lo tanto, el lazo de lo virtual con lo social es hoy una realidad.
Prueba de este cambio social en esta generación es su preocupación por la salud mental, día con día son más los podcast que se posicionan con diferentes temas como: narcisismo, relaciones tóxicas, grooming, gordofobia, apego evitativo y apego ansioso, self care, gaslighting entre otros. Si bien son de gran ayuda como un medio informativo, su función es principalmente promover temas de interés social.
Un espacio de análisis psicoterapéutico, ya sea en línea o presencial, puede cumplir con aquello que principalmente busca un adolescente, ser escuchado, sin ser criticado, ni menospreciado.
El vivir una experiencia de frustración es un medio necesario para procesar el dolor emocional, pero el choque expectativa vs realidad en ocasiones no permite al adolescente experimentar ese ideal social de expectativa como lo que es, un ideal.
Si le quitamos al adolescente el peso por que todo salga bien y le ofrecemos un espacio, donde pueda permitirse fallar, como una experiencia de la que puede aprender sin vivirla como algo caótico, no será el cuerpo el que exprese ese colapso emocional.
La Clínica Universitaria de Psicoterapia Psicoanalítica e Intervención Educativa (CUPPIE), es una clínica con más de 30 años de experiencia en la atención y cuidado de la salud mental en niños y adolescentes.
Si eres un profesional de la salud mental, que busca enfocarse en la atención de niños y adolescentes, el Doctorado en Psicoanálisis de la Universidad Intercontinental con modalidad a distancia y con un área de acentuación niños y adolescentes, es el programa educativo para ti.
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Autora. Mariana Mayela Toledo Salcedo. Maestra en el área de posgrados de la Universidad Intercontinental.