La inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente el mundo laboral, ha demostrado tener una gran capacidad para automatizar tareas, analizar grandes cantidades de datos y optimizar procesos.
Según diversos estudios, cerca del 40% de las habilidades laborales actuales quedarán obsoletas en los próximos años debido al avance de la IA, pero, mientras eso llega a ocurrir, la realidad es que la inteligencia artificial aún tiene que alcanzar esas proezas.
Por ejemplo, la inteligencia artificial actual está clasificada como débil o estrecha, porque está diseñada para realizar tareas muy específicas, como reconocimiento facial, procesamiento de lenguaje y actividades manuales básicas, la idea de una IA fuerte aún no existe, porque debería ser capaz de realizar cualquier tarea intelectual mejor de un humano.
Para que no quede duda alguna, en 1950 Alan Turing propuso una prueba para determinar si una máquina tiene inteligencia:
Si una máquina puede engañar a un humano para que piense que está interactuando con otra persona, se considera que ha pasado el Turing Test. A la fecha ninguna IA ha aprobado completamente la prueba.
Sin embargo, la inteligencia artificial va caminando a pasos agigantados, ya se encuentra en la vida cotidiana de las personas en Asistentes virtuales como Siri, Alexa o Google Assistant, así como en servicios de Netflix y Spotify.
Frente a este panorama, surge una pregunta crucial: ¿Qué deberían estudiar las nuevas generaciones para adaptarse al mercado laboral?
La IA está penetrando en diferentes sectores e industrias como:
Este tipo de industrias presentan una alta demanda de técnicos, especialistas y profesionales que sepan integrar las funcionalidades de la inteligencia artificial para mejorar, desarrollar e implementar procesos más eficientes que ayuden a analizar datos, optimizar sistemas, diagnosticar con precisión, así como crear experiencias de compra memorables.
Así que las nuevas generaciones deben considerar carreras que no solo se adapten al uso de la IA, sino que también fomenten habilidades que la complementen.
Los nuevos planes de estudio deben enfocarse no solo en la adquisición de conocimientos técnicos, que en efecto son esenciales para la programación de una inteligencia artificial, también es prioridad el desarrollo de habilidades blandas como la comunicación, la creatividad y la resolución de problemas.
Estas competencias seguirán siendo relevantes, ya que complementan las capacidades de la IA en el mercado laboral.
Por ejemplo, alguien que estudia o se especializa en Ciencias de datos, y que sabiendo utilizar la inteligencia artificial podrá analizar y aprovechar grandes volúmenes de información, poco le podrá funcionar, sino tiene la sensibilidad para aplicar esa información en estrategias de compra o toma de decisiones.
Finalmente, la IA está reconfigurando el futuro del trabajo y, para mantenerse competitivos, se debe elegir carreras y educación continua que dote de conocimientos y herramientas para aplicar en entornos digitales en constante evolución.