Hoy sabemos que los individuos eligen de manera mucho más libre y voluntaria a su pareja, así como la modalidad de familia que desean construir. Sin embargo, cual sea esta modalidad, no exime de conflictos en la misma, así se hable de la familia sin hijos, la familia biparental, monoparental u homoparental.
La experiencia en el ejercicio de la psicoterapia psicoanalítica con infantes y familias ha permitido observar las grandes dificultades que enfrentan éstas por diferentes razones, que se pueden hablar en lo que comúnmente se llama terapia familiar.
Este artículo se desarrolla a partir de las observaciones realizadas en sesiones de psicoanálisis infantil o familiar de núcleos familiares con hijos, que en la mayoría de los casos suelen ser referidas por instituciones escolares o sociales, lo cual favorece el acercamiento al proceso terapéutico, de lo contrario es más difícil que las familias por sí mismas busquen ayuda aún cuando están viviendo serias perturbaciones entre sí.
Cuando llegan los pacientes a terapia psicológica, el(la) psicoterapeuta psicoanalítico(a) debe analizar y comprender el motivo de consulta manifiesto y latente, así mismo preguntarse: ¿Qué está motivando a este niño a comportarse de una u otra manera?
Los comportamientos, actitudes y emociones que refleja un niño o adolescente, pueden estar asociados a diferentes causas, entre ellas puede destacar:
Estas dificultades pueden amenazar la integridad y permanencia familiar siendo que estas problemáticas dificulten el estilo de afrontamiento y manejo en los hijos; el desarrollo evolutivo del infante o conflictos intrapsíquicos gestados en los primeros años de vida, como consecuencia de los conflictos de los padres.
En la psicoterapia psicoanalítica familiar, los padres e hijos trabajan de manera conjunta (y en algunos momentos los subsistemas de manera independiente) diversas problemáticas como son:
Por otra parte, este tipo de psicoterapia acerca a las familias a una revisión hacía el pasado, es decir, hacía vivencias que han marcado el comportamiento y las relaciones en las familias de origen, como pueden ser traumas no resueltos de generaciones previas, eventos o situaciones que han sido silenciadas por los mismos integrantes, ya sea por vergüenza o por el gran impacto psíquico que provocó en la familia, bloqueando la expresión de emociones y pensamientos al respecto.
Lo más interesante de este rastreo familiar es que estas situaciones tienden a repetirse una y otra vez en las generaciones actuales; por lo tanto, con la información extraída y las observaciones clínicas se pretende de alguna manera prevenir la aparición de estos eventos traumáticos en generaciones futuras y con la familia actual en psicoterapia, acompañarlos en el proceso de re-significación de estas experiencias para dar paso a la esperanza, mirada y cuidado de los integrantes de su familia.
Este tipo de terapia no podemos pensarlo sin el psicoanálisis infantil para alcanzar una comprensión más compleja e integrativa del comportamiento de los menores, siendo que algunos de estos pacientes infantiles se vuelven el “chivo expiatorio o depositarios” de los dolores y traumas de sus propias familias, expresándose en conflictos u obstáculos en sus diversas áreas vitales.
A manera de conclusión, a partir de la psicoterapia psicoanalítica los pacientes son responsables y conscientes de su propia historia de vida, llevándolos a asumir mejores decisiones y proveyéndoles de mejores recursos de afrontamiento para su día a día.
Autora. Dra. Doris Danyeli Soberanis Barrientos. Docente del área de posgrados de la Universidad Intercontinental.