La enseñanza es una actividad estratégica, que pone en evidencia el interés de un país por ofrecer a sus ciudadanos educación de calidad y vanguardista.
Desde el punto de vista de la gestión del aprendizaje, este es uno de los procesos a los que se debe prestar atención, considerando que las aulas pasaron a ser presenciales, virtuales e híbridas.
La gestión es un proceso administrativo, que nos ayuda a coordinar y optimizar los recursos (materiales y personas) y tecnologías, para cumplir con objetivos y metas a corto, mediano y largo plazo.
Para la educación, la gestión no es un tema ajeno, porque dentro de un aula virtual o física, existen engranajes claves, que permiten el acercamiento del conocimiento con los estudiantes y que es necesario gestionar para su aprovechamiento máximo.
Estos elementos fundamentales persisten en cualquier nivel educativo, desde el nivel básico, hasta el superior.
A continuación, enlistamos los tipos de gestión:
Todos estos componentes, son parte de la dinámica de enseñanza dentro del aula, se pueden ajustar en conjunto o de manera separada, dependiendo de las necesidades y estrategias pedagógicas que se tengan mapeadas.
De los cinco elementos fundamentales, que tienen que estar presentes dentro de un aula, la gestión del aprendizaje tiene relevancia superior y llega a trascender a las otras, por un hecho clave: los ambientes virtuales del aprendizaje.
La pandemia aceleró el avance de las tecnologías de la información, para diferentes industrias y sectores; siendo el educativo una paradoja en este avance.
Esta paradoja aplicaría para el caso de México y Latinoamérica, donde es claro que el acceso de este avance tecnológico, lo tiene quien lo puede pagar o garantizar, pero esto es un tema aparte.
Sin embargo, el avance está ahí y no se puede detener. Así pues, la dinámica del aprendizaje debe cambiar, sobre todo en la virtualidad.
La gestión del aprendizaje, es la dinámica que realiza el docente en su quehacer con el estudiante, para interpretar y compartir el conocimiento acumulado y nuevo.
Sin embargo, la tarea no termina ahí. Este quehacer también involucra responder a las propias interpretaciones de los estudiantes; guiarlas y adaptarlas a su realidad y necesidades.
Las y los educadores tienen un papel importante en la forma en cómo se gestiona el aprendizaje.
Son los responsables de transmitir, adaptar, verificar y moldear en el pensamiento critico-reflexivo a los estudiantes, para que a su vez ellos puedan convertirse en individuos que expandan el conocimiento, dentro de la sociedad.
Conociendo el rol de los educadores, es imperativo que ellos conozcan los ajustes en la dinámica de las clases presenciales después de la pandemia y por su puesto en las aulas virtuales, con el fin de garantizar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Los ambientes virtuales de aprendizaje, también conocidos como AVA son espacios que viven en internet y tienen el objetivo de mejorar, expandir y facilitar el proceso de aprendizaje.
Estos espacios virtuales son usados por los profesores y estudiantes para crear una interacción más creativa en su proceso de formación, adicional a esto los progresos y el seguimiento se puede dar con más naturalidad.
Existen diferentes tipos de AVA, pueden ser desde blogs, micrositios y hasta realidad virtual, esta última aún en fase de prueba para ambientes escolares, en un intento por crear interacciones más “humanas” en aulas virtuales.
Algunos ejemplos de estos ambientes, son: Moodle, Adventure Learning y Canvas.
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