La globalización llegó para quedarse y eso significa también transformar el comercio internacional. Las actividades comerciales de personas, empresas, instituciones y entidades gubernamentales necesariamente se verán afectadas.
Los espacios locales de comercio, cada vez son más abiertos a la participación de entidades extranjeras y los profesionales de este campo, deben contar con mayores conocimientos y herramientas para gestionar adecuadamente los nuevos retos presentes.
Para que una empresa pueda competir con cualquier otra, sin importar su localización geográfica, dominar la manera en cómo opera el mercado global, las estrategias de participación internacional, el posicionamiento y la defensa de las zonas de influencia, serán requisitos para el triunfo empresarial.
No hace falta remontarse mucho en el tiempo, para recordar aquellas épocas donde conseguir algún producto en particular (llámese prenda de vestir, calzado, electrónicos, etc.) representaba una aventura para el consumidor.
La falta de acceso a este tipo de bienes, se vio fuertemente condicionado por la zona geográfica de influencia. ¿Esto que quiere decir? Si en el mercado local no existía, el producto difícilmente se podría conseguir. La alternativa era encontrar un posible substituto.
Con la globalización, las empresas que se desempeñan en el comercio internacional, aumentaron sus oportunidades operativas y mejoraron las posibilidades para que los consumidores puedan acceder a sus productos favoritos.
Aumentando la demanda y variedad de opciones de productos, los precios disminuyen, entrando en un juego comercial más competitivo.
Por otro lado, las empresas pueden descubrir nuevos mercados y variadas opciones de transacciones comerciales, prestando más atención a los temas de logística y canales de distribución.
La globalización se ha convertido en un monstruo de mil cabezas o una arena de batalla, donde las empresas compiten para ver cuál de todas es la mejor y la que puede liderar el mercado.
Los empresarios deben enfrentar a todo tipo de enemigos, incluso los invisibles, que están localizados al otro lado del mundo. Por eso, no podemos afirmar que la globalización sea justa para todos los involucrados en el comercio internacional.
Este fenómeno ha generado innumerables tipos de competencias, que en gran medida se dieron por el desarrollo de la tecnología, las comunicaciones y los sistemas de transportación mundiales. Ante este panorama, es imperativo no naufragar empresarialmente en el océano de la globalización.
Bajo esta perspectiva es indispensable el conocimiento en torno a estrategias, alternativas y opciones de comercialización que hagan frente a la competencia intensiva.
Hoy en día, si un empresario lanza un producto, en cuestión de minutos ya está compitiendo contra compañías asiáticas, europeas o sudamericanas; es más, la tecnología ha provocado que la lucha entre organizaciones, ahora ocurra en el ciberespacio.
Ante este escenario, dominar las nuevas tendencias en comercio internacional es prioritario, si se quiere liderar el mercado o entrar en el ranking de los mejores.
Para aquellos profesionales con experiencia en este campo, una manera de seguir siendo vigentes y estar preparados para enfrentar los retos futuros, es adquiriendo nuevos conocimientos y habilidades, una opción es la Maestría en Comercio Internacional.
Su plan de estudios se sitúa bajo la óptica de que, el área comercial es una sola, porque ahora incluye un escenario global.
Bajo esta premisa, el estudiante se apropia de una serie de conocimientos y herramientas de gestión que le permiten diseñar estrategias y acciones para contrarrestar la amenazas, aprovechar las oportunidades y fortalecer la posición de cualquier compañía a nivel internacional.
Recibe mayor información de este programa, contactando a uno de nuestros asesores educativos vía WhatsApp. También, puedes mandarnos un mensaje directo en nuestra página de Facebook.