En un mundo cada vez más competitivo, es necesario que las organizaciones (empresas) se transformen y para ello requieren de nuevas estrategias y colaboradores expertos que contribuyan con este propósito, para mantener el crecimiento y desarrollo.
Bajo este panorama se vuelve necesario tener conocimientos avanzados con relación a cómo gestionar los recursos en una organización y esto último puede dar como resultado mayor eficiencia y productividad.
Una ruta atractiva para lograr dicho empoderamiento empresarial es estudiar un Doctorado en Administración.
Estudiar un doctorado en Administración no es una solución mágica a los males que pueda estar presentando una organización y tampoco una suerte de receta secreta para el éxito empresarial.
La razón principal para estudiar este tipo de posgrado es para contar con un mayor nivel de conocimiento, más preciso, más profundo y más integral, que permita diseñar soluciones inteligentes a problemáticas empresariales.
En un esfuerzo por disipar posibles errores de concepción respecto al hecho de estudiar un doctorado en administración de empresas, te presentamos algunos mitos y realidades presentes al momento de elegir cursar este nivel de estudios:
MITO: Para estudiar un doctorado en administración debo ser licenciado en administración o maestro en administración.
REALIDAD: En la actualidad la formación doctoral es multidisciplinar, esto significa entre otras cosas que, quien estudia un doctorado en administración puede provenir de campos de conocimiento distinto.
Sin embargo, el desafío radica en una formación que acentúa una preparación independiente, autodidacta y autónoma para “abrazar” los conocimientos administrativos.
MITO: Si soy Doctor en Administración soy “todólogo”.
REALIDAD: Realizar estudios de doctorado en administración es aprender un conjunto de conocimientos particulares, diferentes, pero no mejores que otros campos de conocimiento.
Es importante señalar que, esta formación permite desarrollar una visión integral de aquello que ocurre al interior de las organizaciones, para así proponer soluciones de alto impacto y trascendencia.
MITO: Estudiar un doctorado en administración incluye los conocimientos del nivel licenciatura y de maestría.
REALIDAD: Este doctorado promueve un nivel importante de especialización en el campo de conocimiento de la administración.
No sustituye a la formación precedente pues se enfoca en un conocimiento más intensivo sobre algún campo de interés, este último siempre elegido a voluntad por el estudiante.
MITO: Estudiar un posgrado en administración es tan sencillo como regresar a la escuela.
REALIDAD: Los estudios doctorales en administración representan una forma distinta de formación porque el estudiante se vuelve corresponsable de su formación y desarrolla competencias de autogestión, organización del tiempo, resiliencia, trabajo bajo presión y resistencia a la frustración.
MITO: La universidad me “proveerá” de aquello que necesito para obtener mi título.
REALIDAD: La universidad y su planta docente son mediadores para el aprendizaje del estudiante porque lo orientan, dirigen y acompañan en su proceso formativo.
Estudiar un doctorado, sobre todo en administración obedece a un compromiso personal para aprender, fortalecer las competencias y potenciar las capacidades profesionales en el campo de conocimientos.
MITO: Existe una “ruta crítica” para transitar por el doctorado en administración.
REALIDAD: La formación doctoral en administración, no contempla una secuencia única de actividades en su plan de estudios para lograr la meta o titulación.
Las experiencias demuestran que son las condiciones individuales del estudiante lo que juega un papel importante para cumplir el objetivo. Además, estudiar el doctorado debe ser visto como una carrera de resistencia más que de velocidad.
MITO: Si estudio un posgrado tendré un mejor puesto y salario dentro de una empresa.
REALIDAD: No existe ninguna evidencia sólida que permita establecer una relación directa entre el grado de doctor y el nivel jerárquico o salarial en una organización.
Lo que sí se logra es una visión sistémica para proponer alternativas de solución a los desafíos de las empresas, evitando con ello dar respuestas superficiales o de corto plazo. Esto último sí puede ser un factor que favorezca las oportunidades crecimiento profesional.
Si bien pueden existir mayor cantidad de mitos, lo que aquí se expresa intenta ofrecer algunos puntos de reflexión para que quien tiene alguna expectativa por estudiar un doctorado en administración valore el nivel de compromiso y dedicación para iniciar y concluir con éxito la aventura educativa.
La Universidad Intercontinental es una institución altamente competitiva y forma a profesionales capaces y diestros para asumir el rol de agentes de cambio en el ámbito organizacional, pero también en el familiar, social y comunitario.
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