Diversión es otra palabra para referirse al aprendizaje. Y es que estamos acostumbrados a que el método enseñanza-aprendizaje sea aburrido, lo cual no debe ser así.
Empecemos por orden y a definir qué es Game Thinking. Se conoce por Game Thinking al conjunto de técnicas provenientes de entornos lúdicos, pero traslados a contextos del mundo real, para apoyar en la cooperación y resolución creativa de problemas.
Esta propuesta responde a la realidad cambiante de la esencia del trabajo, pues actualmente en nuestra sociedad se espera que los resultados de nuestro desempeño sean innovadores y creativos.
Su enfoque de diseño se basa en la aplicación de los principios de los juegos para crear productos y experiencias que involucren y motiven a los usuarios a participar de manera activa y voluntaria. Su objetivo principal es crear productos divertidos, significativos y adictivos para los usuarios, al mismo tiempo que cumplen una función específica.
Esta técnica surgió a mediados del 2000, cuando los videojuegos ganaban popularidad al convertirse en un recurso cada vez más importante de entretenimiento y de comunicación. Dicha herramienta la impulsaron diseñadores que buscaban aprovechar la capacidad de los juegos para involucrar a los usuarios de manera profunda y significativa. De este modo, dicha técnica se puede aplicar en otros ámbitos, como el marketing, la educación, la salud y el trabajo.
El Game Thinking se relaciona con varias disciplinas, incluyendo el diseño de juegos, la psicología, la antropología, la informática y la teoría de la motivación. Se basa en una comprensión profunda de los elementos que hacen que los juegos sean adictivos y atractivos para los usuarios, como los desafíos, las recompensas, la retroalimentación constante y la capacidad de aprendizaje y mejora continua.
En el diseño de productos y experiencias basados en el Game Thinking, se busca crear una experiencia de usuario que sea atractiva y significativa, a través de la incorporación de elementos de juego en los procesos de interacción y toma de decisiones. Esto puede incluir la gamificación de procesos y la incorporación de mecánicas de juego en los procesos de aprendizaje y resolución de problemas.
En resumen, el Game Thinking es un enfoque de diseño que busca aprovechar los elementos que hacen que los juegos sean adictivos y atractivos para crear productos y experiencias que involucren y motiven a los usuarios de manera activa y voluntaria.
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